Recorriendo las localidades de Ujarrás y Urasca y la sinuosa carretera que bordea el cañón del río Reventazón, llegamos a Tucurrique, un pueblo de origen indígena, enclavado en las montañas del sector oriental del Valle Central, donde cada año se realiza la ya tradicional Feria del Pejibaye.
Asistimos nuevamente, como casi todos los años desde hace más de 15 años, a esta feria organizada por el Centro Agrícola de Tucurrique, en su propio campo ferial, en donde se ofrece al visitante que se desplaza desde distintos puntos del Valle Central, una gran variedad de actividades de exposición y venta de productos y comidas elaboradas a partir del pejibaye, así como actividades recreativas y culturales, entre las que destacan el tour del pejibaye, las corridas de toros y los conciertos de música.
Con una muy buena convocatoria, a través de los medios de comunicación y pancartas a lo largo del camino, la concurrencia es abundante el segundo fin de semana de la feria, con visitantes que disfrutan de la gran cantidad de platillos y productos, que parecen aumentar cada año, entre ellos el picadillo,la ensalada,la crema,los tamales,el ceviche,el batido,el
rompope,las cajetas,los panecillos y por supuesto los pejibayes cocinados.
Esta feria organizada por un grupo de visionarios productores y productoras,
comandados por el dirigente Alvaro Araya, han logrado mejorar las
instalaciones, ofrecer una amplia gama de actividades y favorecer a varias
instituciones locales, convirtiendo a esta feria, en un evento fundamental
para el desarrollo local de la zona.
La Feria del Pejibaye, es hoy una actividad consolidada que favorece la producción y el turismo rural y que avanza hacia su mayoría de edad, como la fiesta del pejibaye del mes de octubre.
Autor: German Masís (gmasis@una.ac.cr)
Universidad Nacional
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