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17 de julio de 2015

La Feria del Queso Turrialba en el Campo Ayala: éxito comercial, pero pérdida de identidad

German Masís, julio 2015

La Feria del Queso Turrialba que se realizó este año en el Campo Ayala, en Paraíso de Cartago, por razones del riesgo de una erupción del volcán Turrialba, estuvo muy concurrida y con una buena divulgación.

El campo Ayala, es un lugar de exposiciones ganaderas y actividades taurinas, muy extenso y de una gran tradición en la provincia de Cartago, el cual se ha utilizado también para fiestas de colegios y universidades.

Su escogencia por parte de los organizadores de la feria del Queso, fue estratégica, por tratarse de un lugar muy conocido y que dispone de una amplia zona de parqueo, a la postre una limitación que siempre han señalado los dirigentes cuando la feria se ha efectuado en la comunidad de Santa Cruz y zonas aledañas. En las instalaciones del campo, ubicadas al fondo del inmueble, regularmente áreas de establos y redondel, se organizó la feria distribuida por sectores de ventas de comidas a la entrada, luego artesanías en un módulo a la derecha, puestos de comidas y hacia la izquierda en el área de exhibiciones ganaderas, se ubicaron los puestos de las queserías y productos derivados.

Había 10 puestos de presentación y venta de quesos, entre ellos algunas de las pequeñas empresas y plantas semi-industriales de quesos más conocidas de Santa Cruz, como Las Virtudes, el Torito y Montelimar, una quesera artesanal y el puesto de la organización ASOPROA, organizadora de la feria y que ahora está vendiendo también quesos de sus asociados. Entre los productos ofrecidos en los puestos, se podía encontrar además del queso tierno y la natilla, típicas de Santa Cruz, quesos semiduros, maduros, quesos con especias, yogurt, rompope, mantequilla, leche agria y chicharrones.
En los puestos de venta de comidas, se ofrecían tortillas con queso, empanadas y biscochos, refrescos de varios sabores en leche, arroz con leche y entre las comidas casados y platillos tradicionales que incluían queso fresco o cocinado.

Tomando en cuenta la participación de productores y queserías de Santa Cruz, probablemente la presencia fue escasa de acuerdo al número de plantas y sobretodo queserías artesanales, así como relativamente limitada la participación de personas de la localidad, en la organización, en la venta de productos y comidas y en la disposición de servicios, como parqueo y otros.   La venta de artesanías y productos diversos generalmente ha estado en manos de comerciantes ajenos a esa comunidad del norte de Turrialba.

Es evidente, que exista la disyuntiva de hacer la feria del queso, en Santa Cruz con alta participación de productores y pobladores del lugar y mantener su identidad agroturística, o organizarla en otro lugar (Turrialba Centro o ahora Cartago), que por su ubicación y área de parqueo, constituya un éxito comercial para los organizadores y para el grupo de queserías que logren intervenir en la feria.