Las macro tendencias observadas en el
consumo de alimentos al inicio de la década de los noventa y 2000 en los países
desarrollados se han extendido a casi todas las regiones del mundo, básicamente
por la internacionalización de las empresas agroalimentarias y el gran
crecimiento de las cadenas de supermercados: a) una mayor preocupación por la
salud; b) un aumento en el consumo de productos especializados o diferenciados
y c) búsqueda de productos de conveniencia, mismas que han sido favorecidas por
el crecimiento de las cadenas de supermercados, las tiendas de conveniencia y las
ferias locales de productos frescos.
Los consumidores, mejor informados y
preocupados por su salud, son cada vez más críticos y exigentes sobre la
calidad de los productos que consumen. A la tendencia de etiquetado de
productos naturales, sin azúcar o light se le ha sumado las de sin
conservantes y libres de gluten. Crece la demanda por alimentos procesados con
alto valor agregado (enlatados, congelados, extruidos, platos listos para
comer), motivado por el crecimiento de la población, la consolidación de los
procesos de urbanización, el aumento en el número de hogares donde ambos
cónyuges trabajan y de personas que viven solas, así como la necesidad de
contar con mayor tiempo libre.