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28 de mayo de 2020

Una aproximación al agroturismo como alternativa de diversificación y valorización de los recursos de la finca

German Masís-Altersial-

El agroturismo es una modalidad del turismo en espacio rural, dirigida a la atención de visitantes interesados en la actividad agrícola y en la vida rural y que en la actualidad es reconocida como una opción del turismo a nivel nacional e internacional(Las giras turísticas a las fincas de café y de cacao entre las 14 razones para visitar Costa Rica (CR Hoy,8-7-2016).

Ha sido caracterizada como una alternativa de diversificación económica y de valoración de los recursos de las fincas, manejada por las propias unidades familiares, complementaria en la generación de ingresos y dirigida a compartir su forma de producción, su forma de vida y su cultura campesina.
Esta actividad está estrechamente ligada a la transformación de la economía rural y al desarrollo territorial rural que articula de manera estratégica, el desarrollo de una economía y de una competitividad territorial, el uso y manejo sostenible de los recursos naturales, la producción alimentaria, la gestión de servicios y la creación de capacidades para superar la pobreza rural.


El agroturismo es una actividad que muestra con claridad la multidimensionalidad del desarrollo con enfoque territorial, ya que tiene un papel en la dimensión económica, al generar empleo, ingresos y servicios, en la dimensión social, en la recreación y revalorización de prácticas culturales y en la dimensión ambiental, ligada a la gestión de recursos naturales, el manejo de los ecosistemas y en la preservación de la biodiversidad.

Algunos estudios sobre el tema, han señalado que contribuye a la revalorización del concepto de territorio y de su importancia como eje de las iniciativas de desarrollo rural, que articula y armoniza las actividades agrícolas, con la agroindustria, los servicios, el manejo de lo ambiental, lo histórico y cultural (Riveros y Blanco,2003, p13).
El desarrollo del agroturismo ofrece una alternativa a la modernización del medio rural, mediante el desarrollo local de la agroindustria y los servicios, la generación de opciones de empleo, la dinamización de la inversión, la promoción de iniciativas microempresariales, importantes como una vía de salida a la pobreza de las familias rurales.

El turismo rural existe en forma organizada desde los años 50 en Europa y Norteamérica a raíz de la demanda espontánea por alojamiento y comidas por parte de visitantes en sus paseos campestres.  Actualmente se afirma que el 25% de la población de la Unión Europea pasa sus vacaciones en el medio rural y se estima que este segmento ha crecido a una tasa del 10% anual, ya que cada vez más habitantes de las grandes urbes deciden descansar de la estresante vida moderna, compartiendo las labores cotidianas, tradicionales y estilos de vida de las familias campesinas en las poblaciones rurales.

En América Latina, existe un importante desarrollo del turismo rural en países como Chile, Argentina, Paraguay, Brasil y Colombia.  En el caso de Argentina, existen múltiples experiencias en la modalidad de agroturismo, desarrollas en estancias y ferias agrícolas y ganaderas realizadas con el apoyo del INTA, en Chile las iniciativas del Instituto de Desarrollo Agropecuario(INDAP) en el programa nacional de Turismo Rural, apoya a pequeños productores agrícolas en el desarrollo de negocios de turismo rural y en Colombia las organizaciones cafetaleras en el Eje Cafetero de Colombia, han convertido las haciendas de café en sitios de agroturismo.(Hernández et al, 2008,p.35).
En Costa Rica, a partir de la década de los 90 y muy vinculado a la apertura comercial y a la crisis de los precios del café, muchos agricultores frente a la inestabilidad de los precios, y el riesgo de dejar de producir internamente, han incursionado en el turismo rural buscando diversificar el uso de sus fincas, aumentar los ingresos, crear fuentes de empleo y hacer más atractiva la vida en las zonas rurales.

Desde entonces el agroturismo, ha sido una opción incluida como una modalidad del turismo rural, concebido éste, como cualquier actividad que se desarrolle en el medio rural y en áreas naturales compatibles con el desarrollo sostenible. Desde la visión del turismo rural, el elemento común del agroturismo es que los servicios son prestados por la familia del productor agropecuario y su desarrollo busca el rescate y conservación del patrimonio natural, cultural y arquitectónico del mundo rural.

En su impulso inicial el agroturismo ha sido concebido como agroecoturismo, el cual ofrece la posibilidad de conocer y experimentar de manera directa los procesos de producción de las fincas agropecuarias, junto a la oferta de atractivos naturales de flora y fauna y como parte de la perspectiva del turismo basado en la naturaleza. Así, por ejemplo, la revista de la Escuela Centroamericana de Ganadería(ECAG) le dedicaba un número en el año 2003 al Agroecoturismo: una opción para diversificar la finca e incluía artículos como “granjeros de Estados Unidos disfrutaron de oferta agroecoturística” y anunciaba la “Cabalgata y feria agroecoturística en Atenas”.

Sin embargo, el planteamiento que vino a delimitar el concepto y el enfoque del agroturismo es el documento de Blanco y Riveros (2003) El Agroturismo, una alternativa para revalorizar la agroindustria rural como mecanismo de desarrollo local, el cual propone que “el agroturismo es una actividad que contribuye a la revalorización del territorio, que tiene vinculación con otras actividades como la agroindustria rural y las rutas gastronómicas y que es una importante alternativa de empleo rural no agrícola”.

Posteriormente, con la creación del espacio Agrotur por parte de Marvin Blanco,  investigador y especialista del tema del IICA y su planteamiento (2006) El Turismo Rural: como una estrategia para el desarrollo local, se avanza en la definición de la agroturismo como “la actividad que ofrece al turista la posibilidad de conocer y experimentar de manera directa con los procesos de producción de las fincas agropecuarias y las agroindustrias, culminando con la degustación de los productos”, y señala entre sus características que este “se realiza en granjas y fincas en pequeña escala y que los oferentes no dejan de lado las labores habituales del campo”.

Esta visión del agroturismo se reafirma y se ilustra con la descripción de algunas experiencias concretas en los documentos, Blanco, 2007, El Agroturismo en Costa Rica: Retos y Oportunidades, y del mismo autor Blanco, (2008) la Ruta agroturística del Queso Turrialba en Costa Rica, ambos presentados en la revista de la Escuela Centroamericana de Ganadería.

Más tarde en los estudios, primero de Blanco y Masís (2008) sobre Las ferias Agroturísticas en Costa Rica como espacios para promocionar la agroindustria, los productos típicos y el turismo en los territorios rurales y en el estudio del IICA (2009) sobre el Turismo Rural en Costa Rica, se establece en el primero, una valoración del papel de las ferias en la promoción del agroturismo y en el segundo se presenta una aproximación al desarrollo reciente del turismo rural, incluyendo al agroturismo.

Una Aproximación a la realidad del Agroturismo
En Costa Rica el surgimiento del agroturismo es ubicado en los primeros años de la década de los 90, muy vinculado a la apertura comercial y a la crisis de los precios del café, ya que muchos agricultores frente a la inestabilidad de los precios, y el riesgo de dejar de producir internamente, incursionaron en el agroturismo buscando diversificar el uso de sus fincas, aumentar los ingresos, crear fuentes de empleo y hacer más atractiva la vida en las zonas rurales.

El agroturismo ha sido impulsado desde entonces, de manera dispersa por productores independientes, organizaciones agrícolas, centros agrícolas cantonales, cooperativas agrícolas, cámaras regionales de turismo, municipalidades, instituciones del sector agropecuario y del sector turismo y por las universidades estatales.

ALTERSIAL, organización que ha venido dándole seguimiento al desarrollo de las ferias agrícolas, realizó un primer acercamiento a la realidad del agroturismo en Costa Rica, logrando identificar y ubicar en todas las regiones del país, una importante cantidad de experiencias, proyectos y tours agroturísticos.

Mediante un estudio exploratorio, se seleccionaron intencionalmente 25 centros agrícolas, 15 cámaras de turismo, 8 agencias de extensión agrícola y 5 cooperativas de café, las cuales por sus actividades y su trayectoria han contribuido al estímulo y apoyo a iniciativas asociativas, cooperativas e iniciativas privadas de agroturismo en las diferentes regiones del país.

En 16 centros de los Centros Agrícolas Cantonales se logró obtener información e identificar algunas experiencias de agroturismo entre los agricultores asociados o en agricultores no asociados pero ubicados en el área de influencia de los mismos.

En las zonas de cobertura de esos centros agrícolas, se logró identificar 56 experiencias de agroturismo y un interés particular de muchos de ellos en la promoción de esta actividad.  Los centros agrícolas y comunidades donde se registró el mayor impulso al agroturismo, fue en Frailes de Desamparados, Mora, Guatuso, Tarrazú, Nandayure y Tucurrique, donde se tiene una comprensión clara de su importancia y de la oportunidad de apoyar el impulso de proyectos en este campo.

Por su parte, en la consulta a las Cámaras de Turismo Regional, se pudieron identificar 45 experiencias de agroturismo, principalmente en las cámaras de Pérez Zeledón (Asociación de Microempresarios Agroindustriales y Turísticos) con 14 de ellas, la Cámara de Guácimo (10), las de Bagaces (Arenal-Tenorio 6), las de Monteverde (5) y Guatuso (4), entidades en las que se promueve la afiliación de fincas agroturísticas y se reconoce el valor de esta modalidad de turismo rural.  Entre los agricultores afiliados a esas cámaras, se destacan las experiencias de la Asociación de Agroturismo de la Argentina de Pocora, siete pequeñas fincas que con el apoyo de la Universidad EARTH, desarrollan actividades agroturísticas.

En Monteverde existen 5 experiencias agroturísticas que organizan varios tours como los de café Don Juan, el del Cafetal, el del café Monteverde, el del Trapiche y el de la finca Modelo Ecológica.
En el sector de Biolley de Buenos Aires, la Asociación de Mujeres de Biolley (Asomobi) y la Asociación de Productores (Asoprola) organizan visitas a las fincas de café, al microbeneficio y cuentan con un albergue.  También en Buenos Aires, se encuentra las experiencias de Los Chocuacos, de Las tablas de Potrero Grande, de Rocas Calientes en la reserva indígena de Ujarrás, la finca la Pasiflora en Longo May y la finca de la empresa Durika. En la zona cercana a los volcanes Tenorio y Miravalles, entre los cantones de Bagaces y el sector de Bijagua se encuentran las experiencias de Leda Quesada con su proyecto Paz Entre Volcanes, la finca integral de Olber Carvajal, la finca didáctica de Jorge Barrantes.

La actividad del agroturismo se ha impulsado también en 10 cooperativas de café que promueven recorridos por las plantaciones de café, por sus beneficios y efectúan  degustaciones de sus tipos de café al final de las visitas. Entre los más importantes recorridos por las fincas y beneficios de café se encuentran, los de las cooperativas CoopeTarrazú y CoopeDota en la zona de Los Santos, Coopeldos de Tilarán, CoopeCerroAzul de Nandayure y CoopePilangosta de Hojancha.

Así mismo, otro de los ejes de desarrollo del agroturismo es la organización de 30 tours especializados por parte de fincas agrícolas que llevan a los turistas a conocer las formas de cultivo, las formas de procesamiento y concluyen con una degustación y compra de sus productos. Entre éstos tours, se encuentran los tours del café que son los más numerosos(10) y más conocidos en el país, ubicados en la zona de Heredia (entre ellos el más antiguo de la empresa café Britt), Monteverde, Los Santos y la zona alta de Guanacaste, los cuales se han extendido a otros productos, como los tours del cacao y el chocolate, de la caña de azúcar y el trapiche, los de las lecherías, de la piña, del banano, del tabaco, del pejibaye, de la macadamia, de la pimienta y de la vainilla.

El desarrollo de las fincas integrales agropecuarias, que representan un manejo diversificado y sostenible de los sistemas productivos familiares es otro espacio natural del agroturismo en el país.  Algunos agricultores han creado unidades de producción, con un carácter de fincas modelos o demostrativas, que es visitado tanto por otros agricultores y técnicos agrícolas, como por visitantes interesados en conocer y disfrutar de una actividad agrícola en armonía con la naturaleza.

Entre las fincas integrales, según el Ministerio de Agricultura y Ganadería sólo en la región Central Oriental, se ubican cerca de 35 experiencias dedicadas a la producción de hortalizas, café, frutales y leche, ubicadas en los cantones de León Cortés(10),  Dota(6), Pacayas (4), Turrialba (4), el cantón Central de Cartago (5), Paraíso, Jiménez y Moravia. 

A las fincas mencionadas, se unen más de 40 fincas integrales distribuidas  en diferentes zonas del país, que por su manejo ejemplar y por la belleza de las zonas en que se ubican atraen visitantes, en lugares como en Buenos Aires de Guápiles, La Argentina de Pocora, Monterrey y La Fortuna de San Carlos, Peñas Blancas de San Ramón, Tabarcia y Guayabo de Mora, Platanares y Rivas de Pérez Zeledón, Biolley de Buenos Aires y Monteverde Puntarenas, San Luis de Grecia y Paracito de Moravia, éstas dos últimas las de don Eliécer Rodríguez y de don Anselmo Rodríguez posiblemente las más conocidas del país.

Otro ámbito de desarrollo del agroturismo son las ferias de productos agrícolas o ferias agroturísticas, que son alrededor de 25 ferias ligadas al principal producto de la zona geográfica que se realizan una vez al año, respondiendo al interés de los agricultores de promocionar los productos agrícolas y agroindustriales, aumentar el comercio y fomentar el agroturismo en sus comunidades.

Entre ellas están, la feria del Café en Frailes de Desamparados, la feria del Chiverre en Laguna de Alfaro Ruíz, la feria de la Cebolla en Santa Ana, la feria de la Fresa en Varablanca de Heredia, la feria del Aguacate en San Jerónimo de Esparza, la feria del Chayote en Ujarrás de Paraíso, la feria del Queso en Santa Cruz de Turrialba, la feria del Jocote en Aserrí, la feria del Pejibaye en Tucurrique, la feria de la Papa y la Cebolla en Tierra Blanca y la feria del Chicharrón en Puriscal. Las ferias se realizan con el impulso de las Asociaciones de productores y Centros agrícolas y con la participación de grupos de agricultores locales, promoviendo pequeños tours y recorridos por fincas del lugar.

La pesca de trucha es una actividad más de agroturismo que se realiza sobre todo los fines de semana en varias zonas del país, donde cerca de 168 fincas agrícolas, (según el censo agropecuario 2015) disponen de estanques, donde crían las truchas y ofrecen el servicio de pesca y cocinado de las mismas, además de recorridos por las áreas de bosque.  Estas fincas se encuentran ubicadas en los sectores de la carretera Interamericana en Cartago, Orosi y Los Santos, Poás, Naranjo y Fraijanes de Alajuela, Coronado y Pérez Zeledón.

El agroturismo ha tenido un desarrollo notable en algunas zonas del país, en donde los pequeños productores familiares y las organizaciones agrícolas y turísticas han puesto especial  interés en esta actividad y han logrado establecer experiencias importantes. Este desarrollo ha estado ligado a actividades agrícolas como la producción de leche y queso en Santa Cruz de Turrialba, a la producción de café en la zona de Los Santos y la producción de café y caña de azúcar en la zona de Pérez Zeledón, donde el agroturismo ha sido acogido como una opción complementaria de producción agrícola y de la forma de vida del campesino costarricense.

En Santa Cruz de Turrialba en el año 2005, se identificaron al menos 20 fincas agropecuarias y queserías rurales, de las cuales ochode ellas definidas como queserías semiartesanales, habían recibido visitantes en alguna oportunidad para conocer sus fincas lecheras y unidades de procesamiento de quesos y otros derivados lácteos.

En Pérez Zeledón, la Universidad Nacional realizó en el 2007 un estudio de pequeñas empresas agroturísticas y logró identificar 14 fincas de café, caña y pesca recreativa en lugares como Páramo, Quebradas, General Viejo, San Rafael de Platanares, San Pedro, Tinamaste y Rivas.

En la zona de Los Santos, el agroturismo ha estado muy ligado a la producción de café, su actividad principal y a las bellezas naturales de esta zona.  En ella, más de 12 fincas familiares y microbeneficios han recibido visitantes, entre ellos los de: Cerro Alto, La Cumbre, La Cabaña, La Pastora, La Roca, Cerro Verde, Hermanos Navarro y Hermanos Vargas.

A estas experiencias, se suman cerca de 10 tours y recorridos por fincas de café, de frutales de altura y pesca de trucha, en las comunidades de Santa María de Dota, Copey, Providencia, La Cima, Madreselva y San Gerardo. 

Finalmente, se encuentran las experiencias de turismo de base comunitario que tienen un fuerte componente de agroturismo, ya que en sus proyectos contemplan “efectuar visitas a fincas campesinas, participar de labores agrícolas y otras actividades de la vida del campo”(Guía del turismo rural comunitario, 2003), como la producción de café, caña, frutales, especias y plantas medicinales, producción de leche y crianza de especies menores, junto al beneficio de café, a los trapiches y la pesca de truchas.

Entre éstas están 18 experiencias se ubican en la Bajo La Paz de San Ramón, Nacientes Palmichal de Acosta, Copal en el Humo de Pejibaye de Jiménez, la Flor de Paraíso, Río Cuarto de Grecia, Los Campesinos en Quebrada Arroyo y El Silencio de Quepos, Zapotal de Miramar, Monte Alto de Hojancha, el Albergue Agroecológico Rincón de la Vieja, Loma Larga de Santa Cruz, Guanacaste, el albergue San Juan de Aguas Zarcas de San Carlos, Ecoverde de Monteverde, Heliconias en Río Celeste, Guatuso,  las Quebradas y Montaña Verde de Pérez Zeledón y en Durika de Buenos Aires.

Consideraciones Finales
En este estudio exploratorio se han logrado identificar más de 500 experiencias agroturísticas, vinculadas a los Centros Agrícolas cantonales,  a las Cámaras de Turismo regionales, a Cooperativas Agrícolas, a los Tours agroturísticos, al impulso de fincas integrales, a las ferias agroturísticas de productos y a los proyectos de turismo rural comunitario que incluyen la visita a fincas campesinas.
En estas experiencias, se reconoce explícitamente la vigencia del agroturismo y la existencia de fincas agroturísticas que combinan la actividad agrícola con los servicios turísticos en pequeñas unidades manejadas por las familias campesinas.

Particular importancia presenta el desarrollo agroturístico existente en varias zonas del país, como Pérez Zeledón, Los Santos, Santa Cruz de Turrialba, Guácimo, Guatuso, Bagaces, Monteverde, Nandayure, Buenos Aires y Mora.

En este estudio, se ha podido determinar también el enorme potencial que tiene el agroturismo para los agricultores y las comunidades rurales, en otras zonas del país, como San Ramón, Pococí, Puriscal, Poás y Coronado.

El agroturismo desde sus inicios ha estado estrechamente vínculo a las zonas cafetaleras y a la producción cafetalera del país, pero en la actualidad se ha venido impulsando con éxito en otras actividades agrícolas como leche, caña, cacao, banano, frutales, hortalizas, granos, tabaco, pejibaye, pimienta y vainilla.

Esta es una actividad de gran importancia socioeconómica, ligada plenamente a las pequeñas fincas agropecuarias y agroindustriales, a la producción campesina y a los territorios rurales, así como a un segmento de turistas que aprecian y disfrutan la forma de vida del campo, su biodiversidad y el paisaje natural del país.

Bibliografía:
Blanco, M. y Riveros, H. (2003) El Agroturismo, una alternativa para revalorizar la agroindustria rural como mecanismo de desarrollo local. IICA
Blanco. (2006). El Agroturismo en Costa Rica: Retos y oportunidades. En: Revista de la ECAG, Nº 40,2006, p.25.
Blanco. (2006). Turismo Rural: ¿estrategia para el desarrollo local?, Presentación al foro: la Cuestión rural en el siglo XXI. Instituto de Investigaciones Sociales, Univ.de Costa Rica.ppt
Blanco. (2008). La Ruta Agroturística del Queso Turrialba en Costa Rica. En: Revista de la ECAG, Nº 46.p.42
Blanco y Masís, G. (2010). Las Ferias Agroalimentarias en Costa Rica: una alternativa para promocionar la agroindustria, los productos típicos y el turismo en los territorios rurales. Ponencia al Congreso SIAL, Parma, Italia.
Chavarría. (2009). Estudio sobre Turismo Rural en Costa Rica. IICA
ECAG (2003). Agroecoturismo: una opción moderna para diversificar la finca. Nº 6, Oct-dic.
MAG (sf). Lista de fincas integrales didácticas. Región Central Oriental.
Masís, G. (2008). La Microempresa agroindustrial y agroturística como alternativa de desarrollo rural en Pérez Zeledón. Universidad Nacional.
Pnud-Cooprena (2003).La Guía del Turismo Rural Comunitario.160 p.

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