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28 de abril de 2015

Feria del Gustico Costarricense 2015

Por German Masís M. y Marvin Blanco M.

La cuarta edición de la Feria del Gustico Costarricense, se realizó entre el 17 y 19 de abril en la Antigua Aduana, convocando  cerca de 300 pequeñas empresas,  bajo el slogan ¡Lo mejor de nuestro mundo Rural¡. Esta feria, inspirada en la Expomundo Rural de Chile, puede considerarse la reina de las ferias agroalimentarias del país, por el tamaño, la gran cantidad de público que asiste y por celebrarse en la capital.

Organizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería y el Sector Agroalimentario, además del ICT, el INA, el INAMU y el Ministerio de Cultura, la feria incluyó una atractiva exposición y venta de productos agroindustriales, artesanales y de servicios de turismo rural, junto a actividades gastronómicas, actividades culturales y de entretenimiento para  adultos y niños.

En los stands de la feria, se pudo degustar y comprar productos de la agroindustria rural, como café Triple A de la Asociación de Productores Agropecuarios de Acosta y Aserrí, café Cerro Biolley elaborado por la Asociación de Mujeres Asomobi, dulce granulado La Pailita de la Familia Alpízar de Jaris de Mora o miel de abeja  Dulcenina de la Familia Vargas de Tabarcia de Mora.  También chocolates  de la Asociación de Mujeres Amazilia del Caribe de Guácimo, vinos Don Julián de Pérez Zeledón y mermeladas de frutas, del grupo Ambrosía de Cañas, Guanacaste.

Los quesos no faltaron y se pudo degustar los quesos Muva de Los Chiles, así como otros quesos procesados y maduros, además de productos congelados Doña Grace, de Santiago de Paraíso. En panificación y repostería, las tradicionales rosquillas Zoraida de productoras de Filadelfia, Guanacaste o productos diversos de Panadería María Auxiliadora de Pacayas de Cartago.

Junto a la oferta de agroindustria rural, se presentaron productos de agroindustria urbana , como las mermeladas de frutas J y M ubicada en Calle Blancos, panificación Fargo, de la empresa Konig de Barrio México, repostería Jomar, de la empresa Geback, ubicada en Ochomogo y hasta las tradicionales jaleas Tricopilia de San José.

Además, de los productos alimentarios estuvieron presentes  pequeñas empresas que elaboran cosméticos y productos para la salud, así como productos de la artesanía en madera, cerámica y cabuya. Igualmente, fue abundante la oferta de comidas típicas.

Entre la oferta de turismo rural, se encontraron ofertas  como el ya tradicional Nacientes Palmichal en Acosta,  Colinas Verdes de Zapotal de Miramar de Montes de Oro y Las Hornillas en la Fortuna de Bagaces, Guanacaste, entre otras. En general, se observó mucho café, salsas y encurtidos, poca diferenciación y solo algunos  productos novedosos; asimismo, la oferta turística fue escasa y poco atractiva en cuanto a la información entregada.

La Feria del Gustico, es probablemente una muestra de los productos agroindustriales y los servicios turísticos rurales que las organizaciones y microempresas elaboran y ofrecen en todo el país.  Es una iniciativa valiosa de gran afluencia, que podría incluir una cantidad mayor de productos de la agroindustria rural, así como de comidas y recetas tradicionales muy apreciadas por los asistentes del área metropolitana del país. Se debería limitar la participación de empresas con productos ya establecidos en los mercados.

Es evidente el éxito de esta feria pero el recinto se quedó pequeño para esta feria y los organizadores deberán pensar en estrategias para manejar tanto público, porque es hasta peligroso concentrar tanta gente en un lugar cerrado.  Se podría, por ejemplo, extender la feria por dos semanas, cobrar una cuota módica o trasladarse a una calle o campo ferial.  También, se podrían incluir más actividades simultáneas que permitan distribuir los visitantes de modo que mientras unos estén comprando otros están observando espectáculos o exposiciones.