German
Masís Morales
El
pasado 1ro de junio del 2020, el Presidente de la República y el Ministro de
Agricultura y Ganadería realizaron la apertura de la primera rueda virtual de
negocios que se realiza por medio de la plataforma La Finca
Agropecuaria, herramienta impulsada por el Ministerio de Agricultura y
Ganadería (MAG), donde más de 2.000 productores y 50 compradores han de
acercado la oferta de bienes de origen agrícola, pecuario, pesquero y acuícola,
a la demanda de las agroindustrias nacionales.
“Esta
es la forma cómo la institucionalidad responde para apoyar a los productores en
el escenario que nos impone la pandemia por COVID-19. Estas oportunidades son
muy valiosas, porque no se trata solo de vender hoy, sino de alcanzar alianzas
que nos permitan una relación fortalecida y un mejor conocimiento entre la
producción agrícola primaria y la agroindustria para negocios futuros”, declaró
el Ministro.
En
tanto, el Presidente reafirmó el compromiso de su gobierno de apoyar a los
productores al máximo, para lo cual “estamos trabajando duro en mejores
condiciones de créditos, acceso a la tecnología y al valor agregado para llegar
a mejores mercados” (ElPaísCr,1-6-2020).
Ante
estas manifestaciones de las autoridades del Gobierno actual, nos preguntamos si
estas acciones introducen cambios importantes en la producción y en el comercio
agropecuario y si se está aprovechando la coyuntura de la pandemia del covid-19
para impulsar una transformación de la actividad agrícola y agroindustrial, de
los sistemas de producción o de la participación de los distintos sectores
involucrados en dicha actividad, pero la respuesta es que no.
La
política sectorial agrícola sigue enfatizando en el crecimiento de la
producción, en el mejoramiento de la productividad, en el aumento de la
agroexportación y en la adopción de nuevas tecnologías. El monocultivo de
exportación en manos de grandes empresas por su aporte a la generación de
divisas, sigue siendo el eje del modelo agropecuario nacional.