Autor: German Masís[1]
Las Ferias del Café en Frailes de Desamparados y la Feria del Maíz y el Frijol en Pejibaye de Pérez Zeledón, parecen cumplir muy bien con la afirmación de que las ferias agroturísticas han logrado dinamizar la venta de los productos agrícolas, fortalecer el comercio y los servicios y la promoción turística de las comunidades rurales” (Blanco y Masís, 2010).
En su versión 2011, estas ferias han logrado mejorar considerablemente la organización, con la participación activa de miembros de la Comisión Local en el caso de Frailes y de las Asociaciones de Productores en el caso de Pejibaye, con una disposición ordenada y accesible a los espacios feriales, una amplia utilización de medios de difusión de los eventos y con el apoyo de una mayor cantidad de entidades patrocinadoras.
El diseño y ejecución de los programas de las ferias, la combinación de actividades comerciales de venta de los productos, con las actividades recreativas y culturales, denotan avances importantes en la consolidación e identidad de estas ferias.
Se realizaron actividades que impactan positivamente el uso de los productos autóctonos, como la elaboración de subproductos y comidas a partir de café,maíz y frijol y la confección de artesanías con los productos, sus derivados y materiales de desecho.
Así mismo, hay que destacar las labores asociadas a la producción de café y maíz, como los concursos de cogedores de café y desgrane de maíz, fundamentales en el rescate de valores y tradiciones ligadas a la producción de dos de los productos más emblemáticos de la producción agrícola nacional.
En el conjunto de actividades de ambas ferias, resulta evidente y constatable la importancia productiva, alimentaria y cultural del café, el frijol y el maíz en las comunidades, las características y condiciones de la producción local y sobretodo el reconocimiento de los actores involucrados en las mismas: los campesinos y pequeños productores y sus familias que se resisten a abandonarlas y siguen considerándolas su forma de vida.
Con una alta atracción de turismo regional, de la zona de Los Santos y el Sur de San José, en el primer caso y la Zona Sur del país en el segundo, pero también de la Gran Area Metropolitana, las comunidades logran ubicarse en el mapa turístico del país y promocionar la diversidad de atractivos turísticos que se han ido desarrollando en las comunidades rurales y en el espacio microregional.
Lo más satisfactorio, es que dichas ferias han logrado enfrentar con éxito “los grandes desafíos de las ferias agroturísticas que apuntan, a la innovación en la presentación, venta y utilización de los productos, la ampliación de la oferta culinaria con productos autóctonos y la elaboración de artículos que identifiquen la feria y la comunidad” (Blanco y Masís, 2010).
Referencias:
Blanco, M; Masis, G. 2010. Las Ferias Agroalimentarias de Costa Rica: espacios para promocionar la agroindustria, los productos típicos y el turismo en los territorios rurales. Ponencia Seminario Internacional EAAE-SYAL: Dinámicas Espaciales de los Sistemas Agroalimentarios, Parma, 27-30 octubre 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario