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26 de agosto de 2016

La Seguridad Alimentaria y Nutricional

German Masís M|
La seguridad alimentaria y nutricional, entendida como “el estado en el cual todas las personas gozan en forma oportuna y permanente, de acceso físico, económico y social a los alimentos que necesitan en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y utilización biológica, garantizándoles un estado de bienestar general que coadyuve al logro de su desarrollo”(FAO,2006), es una definición multidimensionalidad que incluye la disponibilidad de los alimentos, el acceso, la estabilidad y la utilización de los mismos. Junto a esta concepción, la soberanía alimentaria es una precondición para el logro de una seguridad alimentaria genuina,  expresada como “el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y diversidad de modos de producción agropecuaria (Vía Campesina,1996).En la actualidad, el acceso a los alimentos es considerado la dimensión fundamental de la seguridad alimentaria y está estrechamente vinculada a los niveles de pobreza y a la posibilidad de las familias de disponer de los recursos necesarios para adquirir los alimentos básicos.

La pobreza entendida como la imposibilidad de un individuo o familia de satisfacer sus necesidades básicas, supone para la seguridad alimentaria la comparación de los niveles de ingreso y el costo de una canasta básica alimentaria suficiente para satisfacer los requerimientos nutricionales de un individuo. De ahí que la atención sobre la forma y los medios como aliviar la pobreza y mejorar los medios de acceso a los alimentos de los pobres debe ser el objetivo principal de una política para mejorar la seguridad alimentaria de la población.  Al mismo tiempo, el aumento de la producción de alimentos es uno de los medios principales de combatir la pobreza, debido a que buena parte de los pobres dependen de la agricultura para encontrar empleo y conseguir ingresos.


El reconocimiento de que el problema de la seguridad alimentaria no está determinado por la disponibilidad de alimentos, ya que muchos países producen suficientes alimentos para abastecer a su población, sino por el acceso individual a los mismos, resulta preocupante ante el aumento de los niveles de pobreza y la posibilidad de que más familias ingresen en un estado de inseguridad alimentaria.  

El panorama de la seguridad alimentaria revela que el deterioro en el acceso social a los alimentos de una porción importante de la población, se ha visto acompañado de la disminución relativa de la producción alimentaria, del aumento de las importaciones y de la pérdida de capacidad productiva de los sectores tradicionalmente vinculados a la producción agroalimentaria.

La producción agroalimentaria vinculada al mercado interno, en actividades como  la producción de granos, hortalizas y tubérculos, se ha reducido, o ha tenido un crecimiento débil o muy inestable que ha venido afectando el abastecimiento alimentario de los países.

Mientras, las importaciones agropecuarias han tenido aumentos importantes en ciertos productos agrícolas esenciales, éstas resultan sensibles para la producción interna, porque afectan las intenciones de siembra, la sostenibilidad de los sistemas de producción y deterioran los ingresos de las familias que dependen de las actividades productivas.

Los esfuerzos para mejorar la disponibilidad de alimentos, no pueden depender del aumento de las importaciones de alimentos, aunque se disponga de los ingresos procedentes de las exportaciones y de las reservas monetarias. Especializarse en la producción de cultivos para exportación de alto valor y adquirir las importaciones alimentarias necesarias puede parecer apropiado, pero implica riesgos para la producción y abastecimiento de alimentos. Algunos países han perdido capacidad productiva y autosuficiencia alimentaria, y han incrementado su dependencia de los alimentos importados. Además los productores se enfrentan a los problemas de pérdidas poscosecha, mercadeo y comercialización en los mercados urbanos controlados por las cadenas de supermercados que imponen los precios y condiciones de venta de los productos.

También la disponibilidad de alimentos y la seguridad alimentaria se ve amenazada por la variabilidad climática y los desastres naturales que afectan  con frecuencia los rendimientos y provocan pérdidas en la producción alimentaria.

Los países no pueden abandonar la producción interna de alimentos, ya lo manifestó la FAO en la Cumbre de la Alimentación del 2008 el problema se origina principalmente en el desestímulo de la producción agropecuaria en los países pobres.  Por lo que existe la necesidad urgente de ayudar a los países en desarrollo a incrementar su  agricultura y la producción de alimentos y asumir la seguridad alimentaria como una política nacional permanente”.

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