La feria de la
trucha se celebró los días 16 y 17 de julio en la comunidad de Macho Gaff del
Guarco en Cartago, la cual se encuentra aproximadamente a 62 kilómetros de San
José, aledaña a la carretera Interamericana Sur. Macho Gaff, es
parte de las diversas comunidades rurales que se han desarrollado en las cercanías
de esta carretera y que están próximas al Cerro de la Muerte, caracterizadas
por su topografía irregular, por su elevada altitud y por una baja temperatura.
Sus pobladores se dedican a la producción de frutales de altura y algunas
hortalizas, a la ganadería de leche y a la acuicultura, con la producción de
truchas.
Esta feria,
apoyada por la Municipalidad de El Guarco, convocó a al menos a 5 fincas familiares
de la zona, entre ellas Truchas La Paz, Truchas Las Quebradas, Truchas Los
Abuelos, Truchas finca La Pacaya y Ecotruchas, además de Truchas La Fuente de
Cachí de Paraíso, las cuales ofrecían el producto fileteado y empacado en
fresco, pero también la trucha cocinada entera, en filete, en ceviche y
chicharrón.
Junto a la venta y
degustación de la trucha, en otros puestos se ofrecían conservas de frutas de
la zona, tales como pulpas, mermeladas, jugos, vinagre, gelatinas y vinos de manzana, mora, fresa, ciruela y
uchuva. También había de
venta y degustación de café de Tarrazú, productos de repostería de Copey, pan casero de
comunidades cercanas y en el sector de comidas, una buena cantidad de comidas
tradicionales, como casados, tortillas de queso y picadillos.
Completaban la
feria, espacios para la venta de hortalizas en fresco, orquídeas, plantas
ornamentales, flores y abonos, así como espacios para la venta de artesanías de
madera, pinturas y de materiales reciclables.
Esta feria,
muestra el desarrollo que han tenido las fincas agrícolas criadoras de truchas
que impulsan la pesca recreativa los fines de semana, expresión de la actividad
del agroturismo que involucra una buena cantidad de familias locales y de
visitantes de la zona de Cartago y del Valle Central.
La cría y engorde de
truchas en pequeños estanques, con agua de los bosques y riachuelos y un manejo
adecuado de los mismos, es una tecnología conocida por los productores locales
quienes se han asesorado con técnicos del MAG y del INA.
El consumo de la trucha
y las formas de elaboración y preparación, atraen a muchos visitantes que
aprecian este tipo de pescado, la cercanía con la naturaleza y los bellos
paisajes de las comunidades que parecen desprenderse de las montañas del área
de conservación Tapantí.
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