German Masís, ALTERSIAL
La feria de la cebolla en la comunidad de Santa Ana, es una feria que varía poco año con año, con un organización bastante simple y tradicional, que reúne en la calle frente a la bella iglesia del lugar, un conjunto de unos 20 espacios abiertos y protegidos por toldos, para la venta de cebolla, en un área aledaña a la feria del agricultor semanal. En el otro costado de la calle, se ubican ventas de comidas y de diversos productos desde ropa, bisutería y todo tipo de mercaderías importadas, hasta plantas y helados, que junto con un escenario para las presentaciones musicales completan el panorama de la feria.
La feria de la cebolla en la comunidad de Santa Ana, es una feria que varía poco año con año, con un organización bastante simple y tradicional, que reúne en la calle frente a la bella iglesia del lugar, un conjunto de unos 20 espacios abiertos y protegidos por toldos, para la venta de cebolla, en un área aledaña a la feria del agricultor semanal. En el otro costado de la calle, se ubican ventas de comidas y de diversos productos desde ropa, bisutería y todo tipo de mercaderías importadas, hasta plantas y helados, que junto con un escenario para las presentaciones musicales completan el panorama de la feria.
La feria dura dos
fines de semana, desde el 9 hasta el
domingo 20 de marzo y tiene un amplio programa de actividades, entre ellas la
venta de cebolla y comidas típicas, desfile de boyeros, el reinado infantil de
la feria, programas radiales y tertulias, pasacalles, presentación de grupos
folklóricos de varias comunidades del país, concursos de baile y hasta juegos
de pólvora, que le dan ese carácter de fiesta popular. Por cierto que el programa
se presenta de forma impresa para ser colocado en algunos lugares de la
comunidad e incluye a todos los patrocinadores locales al estilo de ese tipo de
eventos comunales. En algunos espacios,
se acompaña de una impresión del croquis de la ubicación de los productores de
cebolla elaborado por el centro agrícola, entidad organizadora de feria.
En los espacios
dedicados a la venta de cebolla, se vende cebolla, blanca amarilla y morada,
siendo la de mayor venta la de color amarillo y la que menos se vende la
morada, pero que suele tener un mayor precio. Como lo señaló uno
de los productores, a la feria concurren 11 productores de Salitral, comunidad
ubicada a 6 km. del centro de la comunidad, en una zona de topografía irregular
considerada casi la única área agrícola que queda en el cantón de Santa Ana.
Según lo indicó
también el productor, la feria cumple su propósito de sacar a la venta una
buena cantidad de cebolla, que en la época veranera se produce prácticamente
sólo en esa zona del país, incluyendo otros pueblos cercanos como Pozos, Río
Oro y Piedades.
Los espacios de
venta de cebolla, son considerados como “tramos” cebolleros, donde se vende
sobretodo en trenza, pero también en sacos y mallas de mayor capacidad, como a
la usanza de los mercados tradicionales y en el que se reúnen exclusivamente
agricultores de Salitral.
Además de cebolla,
hay algunos 3 o 4 puestos de venta de frijoles, ayote y naranjas y un par de
lugares que venden conservas de vegetales.
En los espacios de venta de comidas, se extraña la venta de un mayor
número de comidas a base de cebolla.
La feria de la
cebolla, es una feria comercial con un carácter de feria popular que alegra
cada mes de marzo a visitantes sobretodo del sector oeste de la capital,
quienes asisten para abastecerse de
cebolla para el consumo de varias semanas, escuchar música folklórica y recibir
el sol veraniego en la comunidad urbana de Santa Ana, en donde los agricultores
de cebolla son un pequeño vestigio de su pasado rural.
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