El Ministerio de Agricultura y Ganadería estimó
recientemente que la pandemia ha afectado la producción agrícola destinada al
consumo interno en un monto cercano a ¢1.322 millones, luego de consultas
hechas a los productores por los funcionarios de las oficinas regionales.
Ubicando la afectación por cultivo, señala que el mango, ha tenido una pérdida
estimada de ¢350 millones, le siguen el plátano con ¢269,5 millones; la
zanahoria con ¢250 millones; la leche con ¢156,8 millones; la cebolla y el ajo
con ¢76 millones; y el queso con ¢ 63 millones.
También se encontraron pérdidas importantes en fresas,
frutas, guayaba y otras hortalizas, además en empresas que producen para el
Programa de Abastecimiento Institucional (PAI), que en el sector de cárnicos
reportan ¢194 millones y en el de pollo y huevo, por ¢121 millones, para un
total de ¢315 millones. (LN, Economía,17-4-20)
Esta afectación se debe principalmente a variaciones
en la demanda y a cambios en las cadenas de distribución debido a las medidas
de restricción que impone la pandemia, dijo el Ministro de Agricultura (CRHoy,17-4-20).
No obstante, frente a la valoración de las pérdidas en actividades dirigidas al
mercado interno, la principal preocupación debe ser profundizar en los efectos
en los sistemas de producción de la agricultura familiar y en las alternativas
que los pequeños productores y microempresarios están desarrollando para
reestablecer la producción y el comercio agroalimentario.
La importancia de este sector en el abastecimiento
alimentario, torna urgente la implementación de estrategias para enfrentar la
disminución de la demanda de productos y la reducción de los ingresos de las
familias rurales. En ese sentido, es satisfactorio conocer que los
agricultores están impulsando acciones como el fortalecimiento de las rutas
urbanas de comercio, el comercio virtual, la creación de nuevos espacios y
ferias, pero también la reprogramación de las cosechas, la disminución de
insumos y la articulación con otros productores para generar soluciones
conjuntas a los efectos de la emergencia.
German Masís
El Ministerio de Agricultura y Ganadería estimó
recientemente que la pandemia ha afectado la producción agrícola destinada al
consumo interno en un monto cercano a ¢1.322 millones, luego de consultas
hechas a los productores por los funcionarios de las oficinas regionales.
Ubicando la afectación por cultivo, señala que el mango, ha tenido una pérdida
estimada de ¢350 millones, le siguen el plátano con ¢269,5 millones; la
zanahoria con ¢250 millones; la leche con ¢156,8 millones; la cebolla y el ajo
con ¢76 millones; y el queso con ¢ 63 millones.
También se encontraron pérdidas importantes en fresas,
frutas, guayaba y otras hortalizas, además en empresas que producen para el
Programa de Abastecimiento Institucional (PAI), que en el sector de cárnicos
reportan ¢194 millones y en el de pollo y huevo, por ¢121 millones, para un
total de ¢315 millones. (LN, Economía,17-4-20)
Esta afectación se debe principalmente a variaciones
en la demanda y a cambios en las cadenas de distribución debido a las medidas
de restricción que impone la pandemia, dijo el Ministro de Agricultura (CRHoy,17-4-20).
No obstante, frente a la valoración de las pérdidas en actividades dirigidas al
mercado interno, la principal preocupación debe ser profundizar en los efectos
en los sistemas de producción de la agricultura familiar y en las alternativas
que los pequeños productores y microempresarios están desarrollando para
reestablecer la producción y el comercio agroalimentario.
Es oportuno recordar que en nuestro país hay más de 50
mil fincas ligadas a la agricultura familiar, que representan el 55% de las
fincas dedicadas a la actividad agropecuaria
(RedCostarricensedeAgriculturaFamiliar,2017) y que hay cerca de 76 mil
productores por cuenta propia y microempresarios agrícolas (FAO,2011, p.12) que
son los que garantizan la producción de alimentos y la seguridad alimentaria
del país. Así mismo, que estas
unidades de producción familiar, aportan, el 85% de la producción de frijol, el
80% de la cebolla, el 75% de la de yuca, el 70% de la papa, el 70% de la de
café, el 55% de la de leche y el 40% de la carne, siendo la principal y a veces
única fuente de empleo e ingresos de la población rural. (Masís, G. 2018, p.229)
La importancia de este sector en el abastecimiento
alimentario, torna urgente la implementación de estrategias para enfrentar la
disminución de la demanda de productos y la reducción de los ingresos de las
familias rurales. En ese sentido, es satisfactorio conocer que los
agricultores están impulsando acciones como el fortalecimiento de las rutas
urbanas de comercio, el comercio virtual, la creación de nuevos espacios y
ferias, pero también la reprogramación de las cosechas, la disminución de
insumos y la articulación con otros productores para generar soluciones
conjuntas a los efectos de la emergencia.
Fuente: Artículo publicado originalmente en Surcos Digital.com (https://surcosdigital.com/efectos-de-la-pandemia-sobre-la-produccion-agricola-para-el-mercado-interno/)
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