
Había representación de todas las zonas cafeteras del país donde los productores orgullosamente mostraron su café y los avances logrados en la producción de cafés finos y la innovación tecnológica en formas diferenciadas de beneficiado; especialmente me gustaron los campeonatos de catación y barismo, el tour virtual y la degustación de café de las 8 zonas productoras del país. También, había algunos productos elaborados con café, tales como panes, mermeladas, salsas y artesanías.


Café orgánico, gourmet y de calidad tradicional, había para todos los gustos, sin embargo pocos fuimos los visitantes que compramos, la mayoría solo van a tomar café gratis.


Entre las recomendaciones para mejorar la feria, estaría el cobrar, aunque sea una cuota mínima como medida para seleccionar los visitantes que realmente están interesados en la temática; entregar una bolsa a la entrada para inducir la compra; ubicar a los expositores por zonas de producción; ampliar la oferta de souvenirs (camisetas, gorras, posters, jarras, delantales, chorreadores, esculturas con madera de café, llaveros...). También habría que regular el tema del estacionamiento para evitar los abusos en el cobro por parte de guachimanes sin autorización alguna para cobrar.
Espero que se siga repitiendo esta feria nacional del café, la cual sin duda representa una parte muy importante de la cultura costarricense.